sábado, 7 de octubre de 2017

15 de Julio: partimos!!

Muchas gracias a quien nos ha traído. Aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez con destino Aeropuerto Cristiano Ronaldo de Funchal, Madeira, escala en Lisboa. Esta escala es para ahorrarnos los 600 euros del vuelo directo... Es lo que hay... Boa tarde Don Vicente del Bosque, encantado de verle y cuide su cojera... Parece que está jodido el hombre...
Comemos fast food, mas basura que nunca y a la fila del avión: a Sonia le hacen meter su bolsito dentro de la maleta. Embarcando, que nervios. EasyJet nos pone un avión amplio y grande pero me toca al lado un hormonauta de Aluche que sólo sabe conectarse a redes sociales... No, no te doy mi feisbuk. Mira! por la ventana ya se ve Lisboa; venga, que aterrizamos.
Sin contratiempos en el aterrizaje, ahora toca esperar al vuelo de Funchal. Nos tomamos un bolo de Belem y Sonia aprovecha para ir al dutifri. Unas fotos como recuerdos y a buscar otra vez la puerta... Después de varias vueltas por el aeropuerto, un policía local nos dice que hay que coger un bus hasta la otra terminal: no, si al final perdemos el avión, y eso que va con retraso.
Bus, control de billetes, control de maletas y ya en la terminal. Una tienda nos sirve de entretenimiento; corcho, un palo selfie... Venga, píllalo que nos hará compañía... Yo me compro una pulserita de hilo que todavía llevo mientras escribo estas líneas... La terminal no es pequeña, no, es enana: todas las puertas están juntitas y al final, en una de ellas anuncian "Funchal: destino de los mochileros". Como hemos esperado a ser los últimos en embarcar para no estar de pie en la cola, nos toca meter las maletas en la bodega. En el avión, me ha tocado al lado un "preto" enorme vestido de Armani, con un Rolex de 600 pavos y leyendo un nosequé de la Biblia... Tipo raro, como el hormonauta. Comemos una magnífica Focaccia con Pringles Paprika (todo típico portugués) y llegamos a Madeira!!
La pista parece que acojona pero ni nos enteramos del aterrizaje. Salimos a por las maletas y corriendo al Rent-a-Car: nos han dado un Fiat 500!!! como en la Toscana, pero el chico dice que es escaso de motor para la isla... No me lo creo y nos da igual: es un Fiat 500!!! LG661. Vamos al parking, lo vemos, nos enamoramos los tres y nos metemos dentro. Venga Soni, pon el GPS portátil que ya hay hambre... Pues no sale el hotel, en el GPS, ni la calle, ni el código postal, ni Funchal, ni Madeira!!! Pues a tirar de móvil... Benditos móviles, que dice Sonia.


Por fin, llegamos al hotel Jardins d'Ajuda. Sonia, la recepcionista, simpatiquísima y superagradable. Un encanto de chica. Nos da la 751: un poco cutre, de antaño, con cocina americana, y saloncito pero las camas no son muy allá... Pero por lo menos para dormir, van a servir.
Tengo hambre, así que para cenar Sonia nos dice que vayamos al centro Comercial que ya es tarde, así que nos vamos para allá y me trasco una "Francisquinha" y Sonia un bife de ternera con patatas...


Era ternera cerca de vaca, con muchas cuestas en las piernas. Como todos en Madeira; la cena da sueño: al hotel que mañana toca visitar Funchal... Por cierto, pruebo la Coral, la birra de aquí: mejor que la Superbock (lo cual no es difícil) aunque he probado la negra... Mañana, la rubia.

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