sábado, 7 de octubre de 2017

20 de Julio: esto toca a su fín

Amanecer en Santana!! Pocas cosas más bonitas hay en la agenda de un mochilero. Abro la puerta y tenemos el prometido pan calentito para hacernos unas supertostadas y prepararnos para la vuelta a Funchal, para terminar de verlo y casi, el viaje.



El destino de hoy en Funchal es el Jardín Botánico; no el del primer día sino el típico de aquí, que está justo antes de llegar a Funchal por Santana. Muy chulo, lleno de flores y plantas pero lo mejor son las vistas y que está en la montaña, como casi todo por aquí. Pero cuidado, no visitar la cueva de los enamorados: un simple agujero en la roca sin nada de nada. Te ahorras la subida.
Hay varios ecosistemas, incluso algunos de fuera de la isla, y un alucinante mural de flores. Enorme.
Atención, hay una entrada (donde se paga) en la parte de arriba y una salida unos metros más abajo así que te jorobas porque aparques donde aparques, tienes una subidita muy hermosa.



Ya está, esto toca a su fin... Pena, llegamos a Funchal y nos vamos a buscar el hotel: se llama Hotel do Carmo y no tiene parking por lo que me tiré un buen rato para aparcar. Al final, enfrente del hotel vi una P de parking pero resulta que es privado, como muchos de Funchal, y al volver a quitar el coche cuando me lo dijeron en el hotel, había un colega maldiciéndome en portugués. En fin, mucha  prisa no tendría porque decía que empezaba a trabajar a las dos y ni se movió.
Bueno, finalmente nos vamos a comer y elegimos el Almirante, que hemos pasado por delante mil veces y vamos a darle una oportunidad: pelín caro, pero es normal por su situación. Después de comer, a por la siesta y cuando acabamos, a la piscinita... Último baño en Madeira.
Luego un paseíto y para cenar, nos vamos al Mercado Dos Lavradores... Hoy no tenemos ganas de jaleo y mañana hay que volver a casa.


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